Llegó septiembre, el final del verano, y a la vez, el primer rally en el que iba a participar como copiloto. Y no iba a ser de velocidad, sino de regularidad. Se trataba del IX Rally de Regularidad de Consuegra (Toledo), participando con José María Reviejo como piloto, y en un coche nada menos que del año 1959: un Mercedes 220 S, que si no fuera por los años que evidentemente tiene, daría con facilidad la impresión de estar totalmente nuevo.
 |
| Nuestro bólido |
Este Rally de Consuegra estuvo a puntito de no celebrarse, por falta de participantes inscritos, y en cuya salida finalmente solo éramos 14 coches en dos grupos: clase 1 (vehículos fabricados antes de 1980) y clase 2 (vehículos fabricados entre 1980 y 1986). Nosotros solo competíamos contra otros tres participantes, por lo que la posibilidad de podio en nuestra clase se hacía más fácil, pero a pesar de todo, seguíamos llevando el coche más viejo de todos, y además, con mucha diferencia.
 |
| Todos nuestros instrumentos de precisión |
El día empezó muy fresquito, pero en cuanto salió el sol, apareció el calor y ya no nos lo quitamos de encima en toda la jornada. Llegamos a Consuegra pronto, para poder hacer el tramo de calibración bien y con tiempo suficiente para volver al pueblo y preparar la hoja de Excel que luego íbamos a seguir durante todo el rally.
El proceso de preparar la hoja es entretenido, pero se va bastante tiempo en hacerlo y repasarlo todo bien, ya que de este ratito de trabajo depende mucho el poder realizar el rally correctamente. Algunos equipos llevan instrumentos de navegación mucho más complejos como terratrips, pirámides, etc., mientras que nosotros nos conformamos (entre otras razones porque no tenemos otras cosas) con un par de cronómetros, 4 o 5 biciclómetros y nuestra hoja de Excel previamente preparada con los cambios de velocidad media que imponen según el libro de ruta.
Por otro lado, también hay otros tantos que no llevan ningún instrumento extra a los que trae el coche de serie, por lo que participan en el rally, haciendo las cosas “a ojo”. Con todo esto, al final lo que se ve es que la mayoría de la gente participa en estas cosas principalmente para disfrutar de un día conduciendo su vehículo clásico acompañado de gente con la misma afición, y que son los menos los que se inscriben con la intención de ganar a toda costa el rally (aunque por otro lado, conseguirlo tampoco debe estar nada mal).
El proceso de preparar la hoja es entretenido, pero se va bastante tiempo en hacerlo y repasarlo todo bien, ya que de este ratito de trabajo depende mucho el poder realizar el rally correctamente. Algunos equipos llevan instrumentos de navegación mucho más complejos como terratrips, pirámides, etc., mientras que nosotros nos conformamos (entre otras razones porque no tenemos otras cosas) con un par de cronómetros, 4 o 5 biciclómetros y nuestra hoja de Excel previamente preparada con los cambios de velocidad media que imponen según el libro de ruta.
Por otro lado, también hay otros tantos que no llevan ningún instrumento extra a los que trae el coche de serie, por lo que participan en el rally, haciendo las cosas “a ojo”. Con todo esto, al final lo que se ve es que la mayoría de la gente participa en estas cosas principalmente para disfrutar de un día conduciendo su vehículo clásico acompañado de gente con la misma afición, y que son los menos los que se inscriben con la intención de ganar a toda costa el rally (aunque por otro lado, conseguirlo tampoco debe estar nada mal).
 |
| Porche 911 LRB |
El rally constaba de 5 tramos, en los que dos se repetían (aunque en sentido contrario) para acabar volviendo a Consuegra a comer. En el primer tramo, empezamos mal, penalizando bastante, aunque nuestro consuelo fue que a casi todos los equipos les pasó lo mismo, por lo que llegamos a la conclusión de que la medición de la distancia debía de tener algún error. La solución, intentar corregir un poco nuestros “instrumentos” para el resto del día.
A partir del tercer tramo, y ya después de haber parado a tomar el bocadillo que nos ofreció la organización, la cosa se nos dio mejor, penalizando más o menos lo normal que habíamos pensado que haríamos. El tercer tramo y el quinto, volvían a ser el mismo solo que en sentido contrario, atravesando el tramo 4 un pueblo cercano (Los Cortijos), donde se daba la vuelta y se volvía por donde habíamos llegado.
Entre el tramo 3 y el 4 se pasaban un par de kilómetros por un camino de tierra que hacía las veces de enlace entre tramos, y donde nuestro Mercedes, al ser un coche alto, no sufrió excesivamente, y además permitiendo a José María, cruzarlo en algún momento.
 |
| Alfa Romeo Alfetta GTV6 - 2.5 |
 |
| Esperando en la salida del 3º Tramo (Foto: http://lrb100.blogspot.com/) |
Y así, el rally acabó en Consuegra, donde nos juntamos todos los participantes para comer (cosa que al final se alargó durante varias horas) mientras la organización, aparte de participar en la comida, hacía los cálculos con los cronometradores para decidir la clasificación de la prueba. Finalmente, por algún que otro problemilla de nuestros “adversarios” a lo largo de la prueba (aunque también espero que por mérito propio), conseguimos la segunda plaza del rally en nuestra clase, y la 7ª en la general.
